martes, 30 de agosto de 2011

Reflejo

Y se sentaba en la oscuridad a observar aquel reflejo, el cual le regresaba la mirada y su compañía.

De pronto pudo apreciar que su reflejo no estaba solo, y sin haber nadie más en la habitación... 

Sólo ella y el espejo.




viernes, 19 de agosto de 2011

11:14 p.m.

Sentada en medio de la oscuridad, con el vino tinto añejándose en la mesa, perdida entre las letras siendo el correr de la pluma en único sonido en la habitación anhelaba la sobria compañía de ese frío amor.
En tanto que las letras se dejaban teñir con la suave tinta negra de la liviana pluma se enciende la vela como única luz, y a la lejanía una suave música se deja oír, perturbando la noche, apenas perceptible para este débil sentido...
Y así, el reloj con leves campanadas marca el correr de las horas haciendome recordad el insomnio obtenido por las gotas de aquel vino que provocando el anhelo de tus besos me pierden entre suspiros...

Sí, así me encontraba
aquella noche fría.