Recargado ante la pared que sostiene la cruz, recuerda a aquellos que se han ido. En su memoria enciende la vela que enaltece su sufrimiento.
Ellos ya no están, nos dejaron las sombras del pasado, nos abandonaron en esta vida fría y cruel.
Los llantos matan los pensamientos, destruyen al aterrador silencio, pero hacen el momento más pesado.
¿Donde están ahora?
Los extraño.
