Uno se cansa de ver, mirar u observar.
Uno se cansa de intentar llegar a ningún lado.
Uno se cansa de conocer a la persona equivocada.
Uno se cansa de hacer mil y una cosas que jamás resultan.
Uno se cansa de escuchar.
Uno se cansa de la soledad y la compañía.
Uno se cansa de pensar.
Uno se cansa de cantar.
Uno se cansa de escribir.
Uno se cansa de luchar por alcanzar las estrellas.
Uno se cansa de las preguntas sin respuesta.
Uno se cansa de caer y volver a levantarse.
Uno se cansa de leer las palabras huecas.
Uno se cansa de las amistades falsas.
Uno se cansa de trabajar y sus horas mal pagadas.
Uno se cansa de los días y sus noches.
Pero si te cansas te sientes vivo... Observas, tocas, escuchas, hablas y vuelves a levantarte cada mañana para llegar a la noche en donde apreciaras de nuevo la belleza de la luna que la ilumina.
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