Día 1:
Los sentimientos se pierden entre el llamado "revoloteo de mariposas" en el estomago. No hay más que esa emoción de observar aquello que causa tremenda reacción...
Día 2:
Una emoción tranquila a sustituido el revoloteo, ahora existe esa pasión que el tiempo interrumpe... Siempre, siempre falta tiempo.
Día 3:
Un par de palabras o acciones han acabado con la tranquilidad... Pero ¡oh! reconcilación, dulce dulce momento...
Día 4:
Ya no hay palabras, puras dudas...
Día 5:
Soledad... Dolor, confusión.
Día 6:
Calma.
Día 7:
Comprensión.
Día 8:
Es un nuevo día, mi perro ladra y los pájaros cantan... El sol no brilla como dicen pero proporciona calidez. Ya no hay mariposas, pero tampoco soledad... Estoy yo, soy yo.
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